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martes, 17 de enero de 2017

Mitos y realidades del neuromarketing

Será que existe un botón o un click para la compra? ¿Será que un estudio puede garantizar la manipulación del consumidor? ¿Será que las estrategias que movilicen algún temor venden siempre? ¿Será que existen expertos en charlas que pueden aumentar los lucros de las empresas a miles? La respuesta a estas preguntas es NO.

Una de las principales cuestiones éticas en el campo de la neurociencia aplicada al consumo es el hecho de que las personas que no saben del campo intenten vender resultados que no pueden aplicar, y engañen a los directivos y mercadólogos con pseudo-estudios sin bases científicas, captando datos falsos que no permiten extraer lo correcto.



Existen, además, personas que confunden los estudios de mercado tradicionales con los estudios de neurociencia, desacreditando los estudios tradicionales que siguen teniendo validez, ya que estando bien hechos nos aportan datos muy valiosos. Sin embargo, considero que se está subestimando el uso de las neurociencias aplicadas al marketing, o el neuromarketing.

Neuromarketing es un término nuevo que surge para designar lo que ya hace mucho tiempo se hacía en psicología experimental e investigación académica en neurociencia cognitiva aplicada, pero dándole ahora un aporte práctico en la aplicación, es decir, es la utilización de la investigación de la neurociencia aplicada al consumo, gerencia, liderazgo, marcas de productos, entre otros. Con relación a lo anterior, también han surgido mitos. A través de las siguientes líneas propongo la "desmitificación" de cinco de ellos.

Primer Mito: el neuromarketing es caro


Esto es un mito que algunas empresas usan para valorar su producto. Hoy existen diferentes técnicas que se pueden usar (desde la psicofisiología hasta la neuroimagenología), y dependiendo del número de técnicas y su grado de rigor/tecnología, el estudio puede ser más caro o más económico. No es necesario usar todas las tecnologías para que se obtengan los mejores resultados, pero si se requiere usar las técnicas más indicadas. En este punto, tener un buen experto en investigación en neurociencias es fundamental.

Segundo Mito: cualquier persona puede hacer un proyecto completo de neuromarketing

La aplicación de la neurociencia al área del consumo requiere equipos de personas en varias áreas de conocimiento y un coordinador de proyecto que conozca de las áreas de neurociencia, mercadeo y comportamiento humano. Estas áreas requieren que se pueda comprender los datos biológicos, fisiológicos e neurológicos, aplicados al comportamiento humano en contexto de consumo. No es fácil tener profesionales con perfiles de conocimiento en esta área. Este tipo de proyectos debe realizarse con un equipo de expertos y con un líder como coordinador del mismo. De esta forma se generan datos confiables a los administradores y mercadólogos, para que los puedan utilizar en el medio. Por lo tanto no es viable que una sola persona pueda realizar proyectos de este tipo.

Tercer Mito: el neuromarketing es complejo y el público no lo recibe con agrado

No es verdad. Todas las grandes marcas del mundo ya usan técnicas de neuromarketing con mediciones de algunas funciones del ser humano y usan los datos para mejorar los productos para el consumidor, y así adaptar los precios, motivar mejor sus empleados, entre otros. El uso de las neurociencias aplicadas al consumo (como todas las ciencias médicas, psicológicas, entre otras), obedecen a un aspecto ético que debe ser respetado. Con este tipo de estudios de neuromarketing las marcas pueden entender mejor el consumidor y, como consecuencia, producen mejores productos para este mismo sin tener que engañarlo para vender lo que el consumidor no desea. Globalmente los consumidores asumen que los productos están más adaptados a sus necesidades, con oferta más amplia y con mejor calidad que antes, y eso es fruto de la evolución del estudio del consumidor con la ciencia.

Cuarto Mito: el neuromarketing puede controlar la mente de los clientes activando el click de compra

Esto no es verdad. Nuestro cerebro es adaptativo y las mismas estructuras tienen diversas funciones. Por ejemplo, algunas estructuras cerebrales (como la amígdala cerebral) son responsables de algunos comportamientos humanos. Por ejemplo, cuando la amígdala se activa aumenta la sensación de miedo y temor, pero también la atracción sexual y el aumento del aprendizaje. Algunas personas poco informadas consideran que cuando activan una estructura, generan automáticamente un comportamiento... ¡y no es así! Por eso se sugiere que cada estudio sea un caso individualizado, y que esos datos sirvan solo para el contexto que fue estudiado. Haciendo varios estudios simultáneos (de diferentes tipos de orden cuantitativa y cualitativa) podemos obtener más información acerca del comportamiento humano antes que utilizando las formas tradicionales (como encuestas, grupos focales y test), ya que son menos creíbles.

Quinto Mito: el "piensómetro", ¡es mejor que la ciencia! Es seguro que va a funcionar esta estrategia sin estudio

Ningún experto puede promocionar esto ya que es falso. No se puede asegurar que las estrategias que algunas personas estudian funcionen en terceros. Pero lo que sí sabemos es que, cuando el estudio está bien hecho, disminuye el error para cada caso. El cerebro de los seres humanos tiene la característica de la plasticidad, por así decirlo. Significa que puede ir cambiando con el tiempo. Por ello, algunas estrategias exitosas funcionan en un momento y en otro no, porque el cerebro se adapta y cambia. Por lo tanto, como el cerebro funciona así, debemos hacer un estudio por cada necesidad que queramos evaluar. Sin el "piensómetro" (ósea, el "yo pienso que..."), se sugiere que es mejor pensar y después validar con un buen estudio, y así se concluirá si la idea innovadora tendrá suceso o no.

Existen otros mitos

Si el neuromarketing se toma como una ciencia de valor científico y análisis estadísticos confiables, puede permitirles a los empresarios y mercadólogos obtener datos que les pueden servir para disminuir los riesgos en sus inversiones, buscando así mejores resultados. La sugerencia es solicitar siempre el respaldo o la presencia de la ciencia en este tipo de estudios. El secreto no está en fórmulas, sino en la ciencia... y para eso no debemos creer en mentiras, sino en pruebas dadas de mercado.

Fuente:
Fernando Rodrigues (Portugal)

viernes, 6 de enero de 2017

La inusual historia de una bebida peruana que consumen millones en Asia



Muchos peruanos aseguran que su bebida más famosa es el pisco sour, del que se disputan la paternidad con Chile.

Otros opinan que su bebida nacional es la Inca Kola, un refresco de color y sabor inusual que se consigue en restaurantes peruanos de todo el mundo, ahora que el ceviche y demás especialidades de la cocina peruana han conseguido un lugar estelar en la gastronomía internacional.

Pero la realidad es que pocas bebidas "made in Perú" o el cualquier otra parte de América Latina han conseguido la expansión global de Big Cola, un refresco consumido rutinariamente por aproximadamente 100 millones de personas en Indonesia, Tailandia, Vietnam, India y otras naciones asiáticas, según dicen sus fabricantes.

Es la bebida más consumida entre los 250 millones de habitantes de Indonesia y empieza a hacer entradas en el gigantesco mercado de India.

Probablemente en su gran mayoría no tienen idea que el refresco es manufacturado por una empresa peruana.

Pero se han vuelto leales a una bebida que representa un inusual reto en un mercado global dominado por multinacionales estadounidenses.


Sendero Luminoso ayudó

La empresa detrás de la Big Cola, Aje, surgió en Perú en la década de 1980. Y tal vez no habría existido nunca si no fuera por un movimiento guerrillero maoista.

La violencia en torno a Sendero Luminoso había dejado a partes del país virtualmente incomunicadas.

Por lo que los distribuidores de Coca Cola y Pepsi no llegaban hasta varias provincias en los Andes peruanos.

Los fundadores de Aje, cinco hermanos peruanos de apellido Añaños, decidieron entonces embotellar en Ayacucho una bebida gaseosa que años después se expandió en ventas a América Latina y a varios otros continentes.
Grande en Asia

¿Cómo puede competir una empresa que tuvo sus orígenes en la provincia peruana con gigantes multinacionales de millonarios presupuestos?
"Esto muestra el nuevo mundo en el que estamos viviendo. En los mercados emergentes hay una población joven, el 70% en los mercados emergentes, que quiere algo nuevo y distinto", dice a BBC Mundo Jorge López-Doriga, jefe de comunicaciones y sostenibilidad de Aje.



"Entendemos mucho mejor al público joven de los países emergentes que estas grandes marcas que llevan 70 o 100 años en el mercado", asegura.

También es cuestión de dinero. Gran parte de su estrategia comercial se centra en alcanzar a sectores que no podían consumir las gaseosas tradicionales.

"El público joven en estos mercados no podía pagar una gasesosa porque estaba muy caro", reconoce López-Dóriga, quien señala que mientras en Estados Unidos el comsumo anual de gaseosas per cápita se acerca a 160 litros, en Indonesia apenas era de 2 litros cuando llegó Aje.


Precio correcto

Tal vez el reto más grande que emprende esta empresa peruana es buscar entrar al mercado de India, una nación de 1.200 millones de personas y potenciales consumidores.

Ya entraron en el estado de Maharashtra, alrededor de la capital comercial del país, Bombay.

Esta zona del país, por sí sola, tiene 110 millones de habitantes. Y Big Cola ya controla el 8% del mercado ahí, señala Rengaraj Viswanathan, exembajador de India en Argentina y comentarista de Gateway House, un centro de estudios internacionales basado en India.

"Ellos no pueden competir con presupuestos de publicidad de Pepsi y Coca Cola. Su fortaleza es el precio. Tienen como objetivo la clase media baja. Gente que está empezando a salir de la pobreza", le dice Viswanathan a BBC Mundo.

"En India, las propagandas de Coca Cola y Pepsi muestran a la gente en la playa, con estilos de vida muy altos. Big Cola es más para la gente con menos recursos, que no puede imaginarse en las playas de las propagandas estadounidenses", señala el comentarista.


Nadie sugiere que los millones de consumidores de Big Cola en todo el mundo vayan detrás de un estilo de vida peruano, o asocien siquiera esta bebida con el país sudamericano.

Los consumidores asiáticos en su mayoría "no saben dónde está Peru. Pero ven (en Big Cola) una alternativa global. Una marca global", sugiere López-Dóriga.

Igual piensa el exembajador Viswanathan. "La gente no sabe que ésta bebida viene de Perú. Solo ve una botella grande y más barata", le dice a BBC Mundo.
Culturas empresariales

¿Hay algo en la cultura empresarial peruana que los prepare para tener éxito en Asia?

Viswanathan le dice a BBC Mundo que hay tantas diferencias como similitudes en el ambiente empresarial de India y América Latina.

"En ambos se observan casos de corrupción y tráfico de influencias", dice.

Para el exdiplomático, en India el ecosistema de negocios es más difícil, más complejo, y tal vez por eso "hay un espíritu más competitivo" entre las empresas que luchan por sobrevivir.

Pero en momentos en que los gobiernos de Asia y América Latina se esfuerzan por establecer más lazos comerciales, no será raro que se vean más ejemplos como este, de empresas regionales volviéndose globales.

"Es un nuevo mundo. Hoy una empresa de India es la dueña de Jaguar y una firma brasileña compró Budweiser y Burger King", recuerda López-Dóriga.
Fuente: Luis Fajardo BBC Mundo

lunes, 2 de enero de 2017

Motivación en exceso: El error más grande de los futuros emprendedores

El emprendimiento es en este nuevo mercado la salida que muchas personas buscan a sus problemas personales, profesionales y financieros. La excitación, adrenalina y felicidad que muchos han comentado sentir al aventurarse en estas aguas ha sido modelo para muchos; sin embargo, también puede evidenciarse una alta taza de fracasos en este terreno. Dificultades económicas, miedos, falta de estrategia, incluso mala suerte, son algunas de las razones que llevan las ideas de negocios a ser terminadas. Teniendo esto en cuenta ¿de dónde provienen tantos fallos?

Es bien entendido hoy en día que el empredimiento es más que un modelo de negocio o una forma de ganar dinero, es un estilo de vida. A esta “Cultura del emprendimiento” se ha sumado una alta dosis de motivación que se ha expandido hasta las áreas de trabajos tradicionales. Lo anterior fue alimentado por grandes historias de personas que alcanzaron el éxito en situaciones adversas y que hoy funcionan como el foco de inspiración para las futuras generaciones. Seminarios, talleres, cursos, artículos, vídeos, libros, una enorme variedad de formas se han alzado en pro de llevar estas historias y motivaciones a las manos de los emprendedores los cuales devoran este contenido y lo difunden en sus círculos sociales. La pregunta es ¿es esto bueno?


La verdad es que no. Toda esta información motivacional, aunque necesaria, se ha convertido en “Placebos Emocionales”. Entiéndase por placebo por “ Sustancia que carece de acción curativa pero produce un efecto terapéutico si el enfermo la toma convencido de que es un medicamento realmente eficaz". Este efecto describe a la perfección lo que está ocurriendo con los emprendedores. Comparten, comentan y adornan sus redes con excelente energía e inspiración, pero al preguntarles sobre sus negocios muchos siguen a la espera del momento preciso, de la llegada de las musas y la alineación de los planetas, otros no tienen mucha idea de lo que realmente están haciendo.

En grupos y foros de emprendimiento lo que menos existe es contenido que brinde tips, ideas, estrategias empresariales, entre otras cosas. Sí, se realiza un trabajo de networking (generación de contactos) y encuentran personas que pueden asistirlos con sus servicios, pero este no es siempre el caso. Mucha motivación y muy poca acción.

¿Cuáles han sido las consecuencias de esto?

Las personas se sienten felices, renovadas y que realmente están avanzando cuando inundan sus espacios con toda esta motivación desproporcionada, pero todo eso se convierte en un bienestar momentáneo, porque al revisar su historial descubren que han pasado más tiempo motivándose que produciendo.

Este es un llamado (muy motivacional de hecho) a todos aquellos que realmente sienten esa chispa de emprendedor. Empiecen, den el primer paso, en vez de compartir las historias y frases de grandes emprendedores y empresarios, comiencen a actuar para que su propia historia sea la que se cuente.

Fuente:Teaser: Creativo Publicitario