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martes, 28 de febrero de 2017

Nanomarketing: El Futuro De Neuromarketing



¿Alguna vez has sido parte de un experimento de neuromarketing, donde los investigadores escanearon el cerebro en realidad? ¿Cuántas personas conoce usted que han sido? 

Probablemente no demasiados. Aún así, hay un montón de artículos de neuromarketing también se encuentran. Todos nosotros en Nueva Neuromarketing son, por supuesto, muy feliz con esto, ya que nos da mucho que escribir sobre este tema.

Pero si miramos más de cerca a una multitud de esta investigación, nos damos cuenta de que a menudo se utilizan los datos de comportamiento o de actitud. Los experimentos investigan lo que la gente, lo que dicen que van a hacer o cómo se sienten. Especialmente este último es un poco irónico, como una base importante de la investigación de neuromarketing, como estaba previsto, es que la gente es horrible en la predicción de lo que van a hacer o evaluar cómo se sienten.

Es por eso que los investigadores quieren aprender lo más que pueda acerca de nuestro cerebro, y lo que sucede cuando compramos productos, ver anuncios e interactuar con las marcas de otras maneras.


Esta investigación de neuromarketing tradicional se lleva a cabo a menudo con herramientas complejas y sofisticadas, la técnica más avanzada siendo resonancia magnética funcional (fMRI). El uso de la neurociencia ha avanzado la investigación de mercados convencionales, proporcionando cada vez más indicios de que las emociones y las respuestas subconscientes pueden afectar fuertemente la percepción y la toma de decisiones de los consumidores.

Sin embargo, también hay algunas limitaciones cuando se trabaja con estas técnicas. Mileti, Guido & Prete (2016) explican estas limitaciones y discuten cómo las nuevas nanotecnologías podrían mejorar aún más el neuromarketing, ofreciendo la nanomarketing plazo para este potencial nuevo campo de investigación.

Limitaciones De Neuromarketing Tradicional

Los principales problemas encontrados con la tecnología actual neuromarketing son los siguientes:

Las tecnologías muy sofisticadas utilizadas en este momento son caros. Los experimentos son por lo tanto costosos de realizar y corto en el tiempo, lo que conduce a muestras pequeñas. Esto hace que sea muy difícil de obtener conocimientos fiables a partir de estos estudios.

Los experimentos deben llevarse a cabo en los laboratorios. Es difícil de imitar las situaciones de la vida real, como la perturbación externa no está presente de forma natural en un entorno de laboratorio y, en ocasiones sujetos están restringidos en el movimiento corporal. Una vez más, esto tiene consecuencias para la validez de los resultados experimentales cuando se desea aplicar estos en el mundo real.

Sólo una única tecnología de neuroimagen, tales como fMRI, se puede utilizar a la vez. Esto da lugar a una comprensión incompleta de las relaciones entre los diferentes procesos y comportamiento fisiológico.

Lo mismo vale para los dispositivos nonneuroimaging tales como EEG, cuyos resultados se consideran individualmente. Además, estos dispositivos están limitados en posibilidades de exploración del cerebro.

Neuro-ética. El campo de neuromarketing es uno que recibe muchas críticas. Algunos consumidores tienen miedo de un "botón de compra" existe en su cerebro y compañías explotarán si se comprueba. Por otra parte, la protección de los grupos vulnerables de la población actualmente es escasa. La conciencia y la comprensión de los objetivos del estudio, la transparencia de las estrategias de marketing que se crea a partir de los experimentos y la legislación para acompañar los desarrollos en el campo son todas las áreas que necesitan atención.

La Introducción De La Tecnología Nanomarketing

Hay muchas nuevas nanotecnologías: cada vez más herramientas complejas en dispositivos pequeños. En este artículo se predice que el desarrollo de esta tecnología, y la posibilidad de integrar herramientas de neuromarketing en dispositivos pequeños, no intrusivas e inalámbricas, dará lugar a un nuevo campo: nanomarketing.

Los ejemplos de la tecnología de neuromarketing en dispositivos cada vez más pequeños son los receptores de cabeza EEG y dispositivos "galvánico respuesta de la piel". Usted usa la última categoría en la muñeca y se mide la activación emocional y el estrés. Por otra parte, los campos militares y atléticas están trabajando con llevar encima y otros dispositivos portátiles que miden todo tipo de parámetros fisiológicos. Otras empresas y universidades están trabajando en el monitoreo remoto y la asistencia a los pacientes con el fin de reducir la hospitalización. 

Los autores proponen futuros desarrollos traerán las siguientes oportunidades:

El empleo de la tecnología nanomarketing para medir los estados emocionales en tiempo real. La experimentación se convertirá en significativamente menos costoso, mientras que al mismo tiempo mucho más datos pueden ser recogidos. La fiabilidad y la validez de los resultados, aumentará enormemente.

Nanomarketing dispositivos pueden ser discreta y portátil. Pueden ser utilizados en la vida real y son mucho más cómodo para los sujetos.

dispositivos Nanomarketing pueden ser multifuncional. Diferentes señales se pueden medir al mismo tiempo, lo que aumentará la fiabilidad y la validez de los resultados.

Los experimentos de laboratorio se pueden combinar con las pruebas de la vida cotidiana dispositivos miniaturizados. señales neurológicas, biológicas y fisiológicas múltiples pueden ser medidos juntos. Una comprensión más profunda de los estados emocionales y su relación con el comportamiento del consumidor puede ser adquirida.

Con todas las oportunidades nanomarketing tecnologías traen, surge otra oportunidad: crear un marco ético nanomarketing. Esto puede ayudar a la defensa de la privacidad del consumidor y de la autonomía y proteger mejor a los grupos de población vulnerables. Una mayor comprensión de los cerebros y las emociones de la gente también puede, por ejemplo, ayudar a comprender los comportamientos compulsivos y los hábitos de compra e incluso proteger al consumidor de comportamiento destructivo.

Hacia El Futuro De Neuromarketing Con Nanomarketing

Al lado de las posibilidades mencionadas por los autores, el futuro podría traer aún más posibilidades en esta área. Hace poco vi una charla en TED que explica la tecnología de "imágenes ópticas transdérmica" que puede detectar la mentira a partir de secuencias de vídeo con una precisión del 85%, que es mucho mejor que los humanos realizan (marcamos en torno al 50%, en otras palabras, no es mejor que la teoría de probabilidades Esperaría).

Incluso la frecuencia cardíaca, la tensión y el estado de ánimo pueden determinarse a partir de imágenes de vídeo. Hablar acerca de la tecnología discreta! Aunque en este ejemplo se encuentra todavía en una fase muy temprana de desarrollo, las posibilidades para el futuro son muy prometedoras.

En general, los estudios nanomarketing podría revolucionar la comprensión del comportamiento del consumidor. principios fundamentales de marketing, tales como actitudes, intención de compra, respuesta a la publicidad y la satisfacción podrían investigarse más a fondo.

La miniaturización de tecnologías puede eliminar o al menos mejorar las limitaciones actuales de la investigación neuromarketing. Para los gerentes de marketing, nanomarketing puede mejorar fuertemente la posibilidad de probar la eficacia publicitaria, evaluar el atractivo del producto y seleccione una combinación de medios optimizado. El uso de las nanotecnologías también puede beneficiar a los consumidores ya que las empresas están en mejores condiciones para proporcionar productos y servicios que mejoren sus estilos de vida de ajuste, y crear programas publicitarios más relevantes.

Fuente:Mileti, A., Guido, G. & Prete, MI (2016). Nanomarketing: Una nueva frontera para el Neuromarketing.Psicología y Marketing

lunes, 27 de febrero de 2017

Marketing y Reputación. De la atracción a la confianza.


A lo largo del libro, Milton Vela, con un estilo ameno, ágil y directo, demuestra que una empresa que no tiene una buena reputación o afronta un problema por políticas internas con repercusión en diversos públicos, es bien difícil que pueda remediar este tipo de crisis con una campaña de publicidad o tratando de convencer a influencers digitales a que estén de su parte.

El libro se estructura en seis capítulos. Al final de cada capítulo incluye “Preguntas para un café”, un formato de autoevaluación sobre los temas de cada capítulo que el lector puede aplicar con su marca.

En la introducción, el autor indica que el tema central es el marketing reputacional. “De cómo el marketing necesita ahora de los criterios de la reputación para tener campañas más humanas y efectivas” (p.22).  Los casos de marketing están relacionados con los criterios de la reputación desde que hay redes sociales.

Los temas se van complementando con casos de marcas nacionales e internacionales, que presenta con recopilación de material, historia de lo acontecido y análisis. Y concluye con algunas consideraciones a tomar en cuenta y que podrían ser útiles para oportunidades o situaciones parecidas.

En el primer capítulo, “¿Reputación y Marketing? ¿Por qué?”, el autor señala que en determinados contextos de crisis, no hay espacio para el marketing, sino para trabajar la reputación. El autor define la reputación como “la valoración positiva o negativa que tiene un grupo de interés (clientes, colaboradores, prensa, influyentes digitales, el gobierno, y más colectivos relevantes), que puede influenciar en los objetivos de negocio de una empresa” (p.44). Asimismo, deja claro que el branding no es reputación, “el branding es lo que la marca dice, la reputación, lo que los públicos dicen de la marca” (p.45).

El autor señala que muchas veces se trabaja el marketing como si estuviéramos en los años 90, como si Internet no hubiera cambiado los modelos de la comunicación comercial. Ha llegado el momento de tomar en cuenta la reputación porque Internet ha creado el espacio más democrático de todos y se ha dado el nacimiento del prosumidor, quien tiene sus propios medios de comunicación y de comunidades de stakeholders activos y exigentes.

En el segundo capítulo, “Del grupo objetivo a los stakeholders”, Vela explica que es muy importante en un plan de marketing tener el mapa de públicos y considerar cuál debería ser su participación en las campañas. Los stakeholders más comunes son: colaboradores, alta dirección, influyentes digitales; líderes de opinión; celebridades; colectivos y ONGs; políticos; competencia; y prensa.

En el tercer capítulo, “Siete dimensiones de la reputación al servicio del marketing”, el libro propone un modelo integral basado en los criterios de la reputación, según las 7 dimensiones del Modelo RepTrak del Reputation Institute, lo que da una visión más integral a todo el Plan de Marketing. El desarrollo de las dimensiones de la reputación en la empresa le darán más recursos al marketing para promover la marca, y el autor lo demuestra con casos reales. Las siete dimensiones son: oferta, innovación, gestión del talento, integridad, ciudadanía, liderazgo, financiera

En el cuarto capítulo, “Del community management al company management”, el autor se pregunta  ¿cuál es el rol del community manager? Cuando solo es un dinamizador de la red social, entiende sólo de entertainment. En este contexto hace referencia al company management, que facilita la gestión desde diferentes áreas de la empresa que se ven comprometidas en la red social. En la gestión del community management no hay una persona sino varios equipos e interesa que haya una visión estratégica detrás de una respuesta, lo que le dará respaldo a la reputación de la marca.

El quinto capítulo, “Las seis claves de la estrategia de marketing reputacional”, el autor lo plantea como un aporte, un punto de partida para toda estrategia de marketing y propone una simbiosis que da como resultado el marketing reputacional. Estas seis claves relacionadas con los criterios de reputación, sirven para diagnosticar mejor las situaciones durante y después de una campaña y se deben tener en cuenta al momento de hacer un plan de marketing. Son: la cultura de la empresa, el análisis de las siete dimensiones, reconocimiento de la coyuntura social y política, relación con los stakeholders, community power y escucha activa inteligente: monitorización y marketing en tiempo real. Debe quedar claro que estos seis pasos propuestos no reemplazan ni se oponen a un plan de marketing, la idea es que se integren a él.

En el sexto capítulo, “Crisis de Reputación: Riesgo y Oportunidad para el marketing”, explica que cuando una de las seis claves del modelo de marketing reputacional no está incorporada en la estrategia, la marca está expuesta y se originan crisis.

El autor finaliza con el tema “De la atracción a la confianza”, con el que cierra su propuesta, logrando que visualicemos que el marketing y la reputación son áreas y estrategias no excluyentes sino complementarias, que deben trabajar de forma conjunta para apoyar una marca, la misma que se construye a través de experiencias positivas y a largo plazo de confianza.

miércoles, 15 de febrero de 2017

¿quién controla a quién? Infografía de las 4 posiciones en la vida.


Franklyn Ernst dibujó cuatro posiciones en relación con nuestro Yo y los demás y el resultado fue un diagrama combinando cuatro estados: «Yo estoy bien», «Yo estoy mal», «Tú estás bien» y «Tú estás mal».

Pongamos antes un ejemplo que ayude a visualizar cada una de estas posiciones.

Imagina que en una reunión de trabajo haces una propuesta al resto del equipo con la intención de solucionar un problema. Después de debatirla, la idea no es secundada y se pasa al siguiente punto del orden del día.


Sentir un poco de frustración sería algo normal, pero ¿cuál es la sensación que predomina en ti?


1ª Crees que los demás están totalmente equivocados y que sólo tú eres capaz de ver la realidad.


2ª Te sientes culpable por no haber estado más acertado y no haber sabido comunicar mejor los beneficios de tu propuesta.


3ª Piensas que no vale la pena intervenir y que en el futuro no vas a molestarte en presentar nuevas iniciativas.


4ª Los argumentos que los demás han utilizado te han convencido y crees que traerán mayores beneficios al grupo.


Cuatro posturas bien distintas.


Según el momento, la situación y las personas con las que interactuamos vamos adoptando una u otra posición. Sin embargo, suele haber una de ellas que en general predomina sobre las demás.

¿Quieres saber si te mueves en el cuadrante más saludable?

Cuando adoptas la posición «Yo estoy bien, tú estás mal» te sientes muy seguro de ti mismo. Tan seguro que te consideras superior a los demás y el único cualificado para hacer las cosas. Si sale algo mal, la culpa no es tuya sino de los demás que no están a la altura.

Los que se mueven en este cuadrante creen que su forma de trabajar es la única correcta y en su forma de relacionarse hay algo de arrogancia y desdén a las limitaciones de los demás.

La segunda combinación «Yo estoy mal, tú estás bien» es una postura muy pesimista y victimista. Cuando se está en modo −Yo soy el único culpable− se acapara la responsabilidad de todo lo malo que ocurre, incluso de lo que dicen o hacen otras personas.

Un ejemplo sería esta forma de pensar: “La culpa es mía. Tenía que haberle recordado que hoy era el día de la reunión” (si alguien faltó a la misma) o “No debí darle tanta información, le aburrí y por eso no hizo un buen informe”. Tienen tendencia a infravalorar sus propias capacidades y no se consideran tan buenos profesionales como creen que son sus compañeros.

En tercer lugar tenemos la posición «Yo estoy mal, tú estás mal» en la que la visión es negativa tanto de si mismo como de los demás. Cuando llegan los problemas y la situación se complica se tiende a adoptar la postura de “no hay solución”. Se aferran a que no hay esperanza y lo dan todo por perdido.

Puedes llegar a pensar que este cuadrante no va contigo pero si tienes en tu equipo a alguien con el que ya has tirado la toalla, le consideras un caso perdido y no ves a corto/medio plazo ninguna posibilidad de mejora, ahí tienes un ejemplo de que es un comportamiento más habitual de lo que parece.

La cuarta y última posición «Yo estoy bien, tú estás bien» es la más efectiva. La adoptas cuando te valoras bien. Cuando te tienes en buen concepto y eres consciente de tus posibilidades y de lo que otros pueden aportar. No tienes por qué estar siempre de acuerdo con lo que proponen otras personas. Lo esencial es que la relación esté basada en el respeto mutuo y en la igualdad.


Cada uno de nosotros tenemos una posición favorita cuando hacemos frente a las dificultades. Por eso, reconocer cómo funcionan los 4 cuadrantes puede ser de ayuda para entender algunas conductas (nuestras y de los demás) y tratar de corregirlas si es que lo necesitan.


Lo ideal es hacer como Buda. Procurar no depender de las emociones de los demás y empezar a controlar nuestra propia actitud. ¿Alguien dijo que fuera fácil?


Fuente:Franklyn Ernst