7 Razones por las cuales no debes tener miedo a que te roben tu idea

Se te ocurrió una gran idea, le das vueltas por algunos días y finalmente te das cuenta de que es una excelente oportunidad para emprender. Pasan los días y te encuentras con que para ejecutar la idea, necesitas dinero, recursos, otras personas que quieran trabajar en ella, etc... pero tu idea es tan buena que si tan siquiera la mencionas, seguro te la roban!

Las personas que se encuentran en la situación descrita, son conocidos como "Emprendedores Gollum" (haciendo referencia al popular personaje de la novela "el señor de los anillos"). Son emprendedores que protegen su idea como si fuese su mayor tesoro.

Este articulo va dirigido a estos emprendedores. Aquí les comparto las razones por las cuales dejé de tener miedo a compartir mis ideas. Estas razones son basadas en lecciones que he aprendido trabajando junto a otros emprendedores, asistiendo a diferentes eventos con empresarios exitosos y emprendimiento mis propios proyectos.
No tengas miedo a que te roben tu idea


1. Las ideas no valen nada

Es algo que me costó entender porque gran parte de la información relacionada con el tema del emprendimiento gira en torno a las ideas de negocios, pero la realidad es que en estos tiempos tan cambiantes una idea no vale nada. Suena duro y tal vez existan muy buenos argumentos a favor del valor de las ideas, pero es muy perjudicial dar a las ideas más del valor que merecen.

He recibido varios correos de personas preguntándome acerca de mecanismos para proteger sus ideas y no correr el riesgo de que se las roben, pero no existe un solo mecanismo legal que te garantice una protección total a tus ideas porque realmente una idea no vale nada. Es cierto que existen los derechos de autor, las patentes, los registros de marca y acuerdos de confidencialidad, pero una idea como tal es extremadamente complicada de proteger a través de estos mecanismos por ser un intangible.

La recomendación de los expertos es implementar tu idea cuanto antes. Toma tu idea y conviértela en un modelo de negocios con la herramienta business model generation canvas. El siguiente paso es desarrollar un prototipo o producto mínimo viable con el que puedas validar tu modelo de negocios. El proceso de validación lo puedes hacer a través de metodologías como Lean Startup y Customer development.

Con un modelo de negocios validado y un prototipo, ya tienes mucho más que una idea y ahora si puedes encontrar mecanismos legales para proteger tu emprendimiento y dar el paso hacía la búsqueda de financiación y recursos para poner en marcha tu empresa.
2. Una idea en tu cabeza es como una planta sin abono




El temor nos paraliza. Cuando el miedo a que nos roben nuestra idea es muy fuerte, preferimos dejarla en nuestra cabeza antes que siquiera mencionarla delante de alguien más, pero históricamente se ha demostrado que las ideas crecen cuando colisionan con otras ideas.

Las ideas necesitan ver la luz del día para crecer y convertirse en grandes proyectos. Compártelas y aprovecha el feedback y las opiniones para irles dando forma. Rodéate de expertos y de personas emprendedoras que te brinden sus opiniones y otras perspectivas del proyecto que tienes en mente. Verás que de esta manera puedes obtener información realmente invaluable para consolidar tu emprendimiento.
3. Si tu idea es buena, tal vez alguien más ya esté trabajando en ella

Mientras guardas celosamente tu idea, ten por seguro que si realmente es una buena idea, en alguna parte del mundo seguro ya habrá un grupo de emprendedores trabajando en ella.

Mi intención no es menospreciar tu capacidad creativa sino invitarte a que saques las ideas de tu cabeza y comiences a trabajar en ellas.
4. Dos personas pueden tener la misma idea, pero la ejecución siempre será distinta
Lo que marca la diferencia no es la idea como tal sino la manera en que se ejecute, y si alguien más tiene una idea similar a la tuya y tu no eres capaz de implementarla mejor, significa que realmente no mereces ser el dueño de la idea. Suena duro, pero esa es la realidad.

La única manera en que realmente puedes proteger una idea o plan de negocios es siendo la persona que mejor pueda ejecutarla.
5. La manera en que concibes tu idea, será muy distinta a la manera en que la ejecutes

Hace poco asistí a un Startup Weekend y fue una experiencia muy enriquecedora. Una de las grandes lecciones que aprendí en el evento es que difícilmente ejecutarás una idea tal y como la concibes en tu mente.

En el evento los participantes presentaban sus ideas en unas sesiones con mentores y recibían feedback para seguir trabajando hasta construir un modelo de negocios validado. Lo más interesante del caso es que durante las 52 horas del evento, las ideas y proyectos sufrieron radicales cambios.

Aquí quiero retroceder un poco hacía el punto dos para recordarte la importancia de compartir tus ideas con expertos y personas que puedan alimentarlas. Al final del evento los participantes reconocieron que sus proyectos inicialmente estaban bastante desenfocadas y gracias a las criticas y aportes de los mentores pudieron consolidarlos.
6. Enamorarte de tu idea te hace "un idiota"




Este es otro punto que me costó entender, pero a lo largo de estos 5 años que llevo trabajando junto a emprendedores me he dado cuenta de que cuando centramos nuestro emprendimiento en la idea, cometemos el gran error de cerrarnos totalmente ante otras posibilidades.

Es excelente que creas firmemente en tu idea o en tu producto, pero mirar tu proyecto desde el problema que estas resolviendo o de la necesidad que estas cubriendo y no desde la idea, te va a dar una perspectiva mucho más amplia.

La imagen de arriba demuestra claramente lo que quiero decir en este punto. Cuando te enamoras de tu idea, estás en la posición del chico que abraza a la chica. Desde aquí puedes ver perfectamente que es un "idiota", pero él no se da cuenta de muchas cosas porque no tiene una perspectiva amplia de la situación.

Cree en tu idea y lucha por ella, pero no te cierres a otras posibilidades. Como dicen en la película Los Ilusionistas, "Mientras más cerca mires, más lejos estás de descubrir el truco".
7. A los inversores no les gusta firmar acuerdos de confidencialidad

Uno de los mecanismos de protección que más comúnmente usan los emprendedores son los famosos "Acuerdos de confidencialidad" o "NDA" (Non-disclosure agreement), pero los inversores no se sienten muy a gusto con este tipo de documentos y por esta razón prefieren ignorar totalmente a los emprendedores que les exigen firmarlos antes de presentarles sus proyectos de negocios.

Si realmente quieres conseguir los recursos para poner en marcha tu proyecto, debes demostrar seguridad y darle a entender a los posibles inversionistas, que realmente eres una persona en quien pueden confiar su dinero.

Con un acuerdo de confidencialidad y documentos similares solo consigues que vean en ti una persona insegura y de poca confianza.

¿Aun tienes miedo a que te roben tu idea de negocios? ¿Cuál es tu opinión al respecto?... Déjanos tus comentarios y aportes acerca de este tema.

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