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Publicado por
LEUGIM LEGNA
RESUMEN EJECUTIVO
La clase media estadounidense está en peligro de
extinción. El motivo es que la economía de los Estados Unidos está en muy mal
estado: el dólar está en caída libre, los empleos e industrias se están mudando
al exterior, los salarios están disminuyendo, los precios del petróleo están en
alza y el seguro social está en bancarrota.
Así pues, a la clase media no le quedan más que dos
salidas: caer en la pobreza o volverse rica. Y el único modo de volverse rico
es aumentar nuestro “coeficiente financiero”, es decir, nuestros conocimientos
sobre el mundo de las finanzas y sobre cómo hacer negocios.
La deuda pública de Estados Unidos está creciendo
desmesuradamente y el gobierno no ha aplicado los correctivos necesarios. Por
tanto, es hora de dejar de confiar en que el gobierno y sus instituciones
velarán por nuestros intereses financieros. Es hora de volvernos ricos.
Se avecina una crisis
Gracias a la globalización, las industrias y empleos se
han mudado a otros países, y Estados Unidos, como otros países desarrollados,
se está volviendo más un consumidor que un productor. Dado que los precios del
petróleo están controlados por la demanda global, la economía estadounidense se
ha vuelto dependiente de las tendencias globales. Con el desplome de la clase
media, la estabilidad económica y el capitalismo democrático están en peligro.
Dentro de unos años, cerca de 75 millones de baby boomers
se retirarán. Si a cada uno de estos le tocara US$ 1.000 al mes, el gobierno
tendría que pagar US$ 75 mil millones mensuales. Esto es equivalente al costo
mensual de la Guerra de Irak.
Tanto los pobres como la clase media tienen que caer en
cuenta de que el gobierno estadounidense no los podrá ayudar en un fututo.
Estados Unidos se ha vuelto el mayor deudor del mundo. Un total de 44% de la
deuda está en manos extranjeras. Durante años, el gobierno sólo ha evadido los
problemas económicos en vez de enfrentarlos.
Una economía mal administrada
El seguro social se ha vuelto insostenible debido a la
mala gestión administrativa. Además, Estados Unidos tiene un creciente déficit
comercial de 423 millones de dólares. Así pues está consumiendo más de lo que
produce. Es como si una familia que gana US$ 5 mil al mes gastara US$ 6 mil.
Por otra parte, el actual sistema tributario favorece más
a los ricos que a los pobres. Esto quiere decir que los millonarios pagan menos
impuestos que los pobres o la clase media. Pero, en vez de generar soluciones,
el gobierno continúa pagando sus deudas con préstamos. También hay muchas
corporaciones (General Motors) en mal estado debido a una mala gestión
financiera.
El problema: un bajo coeficiente financiero
La mayoría de los estadounidenses están mal equipados
para lidiar con la crisis porque carecen de educación financiera. La gente
continúa cometiendo los mismos errores y volviéndose más pobre porque carece de
inteligencia financiera. Por ejemplo, la gente espera que el gobierno le
resuelva sus problemas. Pero la verdad es que el gobierno no cuenta con
suficientes recursos.
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Además, buena parte de nuestros problemas son globales:
precios del petróleo, terrorismo, etc. Al mismo tiempo, los estadounidenses
creen que tienen derecho a empleo, salud, riqueza y prosperidad. De modo que la
clase media estadounidense se ha vuelto demasiado complaciente a pesar de la
crisis que se avecina. Cuando la generación de los baby boomers se retire, el
gobierno tendrá que sacar dinero de donde no lo hay para poder cubrir los
gastos de jubilación.
Otro factor que entra en juego es la falta de educación
financiera de los estadounidenses. Buena parte de los estadounidenses ha
estudiado, pero sabe poco sobre el dinero. Los pobres aprenden a vivir del
seguro social y la clase media sigue al pie de la letra la receta de ahorrar,
trabajar duro e invertir en fondos mutuales.
Pero esta mala educación financiera ha hecho más pobres a
los pobres y amenaza constantemente con la pobreza a la clase media. Por otra
parte, la mala educación financiera hace que los estadounidenses sean más
vulnerables a las estafas e inversiones dudosas. Por ejemplo, la gente continúa
invirtiendo en compañías grandes y bien conocidas a pesar de que buena parte de
estas tienen problemas administrativos. Asimismo, la gente sigue contando con
el seguro social y el seguro médico (Medicare) a pesar de que ambos programas
están a punto de quebrar.
Esto lo afecta a usted
Este es un peligro real. El programa HI de Medicare ha
experimentado un bajo flujo de dinero desde 1992. Uno de cada dos
estadounidenses requerirá de asistencia médica que el seguro médico no podrá
pagarles. Por tanto, los jubilados tendrán que utilizar sus ahorros en
asistencia médica. Así que las generaciones más jóvenes tendrán que ocuparse de
los mayores.
Esta es la razón por la que uno de los mayores temores de
los estadounidenses es quedarse sin dinero durante la jubilación. Un total de
80% de la generación de los baby boomers no cuenta con suficientes fondos de
emergencia.
Hoy en día, la mayoría de los estadounidenses están
invirtiendo en el mercado accionario, en el seguro social o en algún programa
de jubilación. Pero nada de esto aliviará sus problemas financieros.
Los malos momentos lo pueden enriquecer
Lo primero que hay que entender es que podemos convertir
el problema en una oportunidad. La gente financieramente exitosa sabe cómo
aprovechar las adversidades. Por ejemplo, el alza de los precios del petróleo
incide negativamente en la economía, pero no todos los negocios sufren. De
hecho, durante las crisis económicas sufren algunas personas mientras que otras
se enriquecen.
Aumentar el coeficiente financiero
Una vez que hayamos aprendido esta lección, es hora de
aprovechar la crisis financiera en nuestro favor. Y esto significa aumentar
nuestro coeficiente financiero; es decir, contar con la habilidad de revisar
todo el panorama nacional e internacional para poder ver más allá del presente y
del futuro y tomar decisiones sobre la base de esta evaluación.
Invertir para ganar
La mayoría de la gente cae en uno de los siguientes
cuatro cuadrantes: empleado, pequeño empresario o especialista, gran empresario
o inversionista. Además, hay básicamente tres tipos de inversionistas:
1. Gente que no invierte nada: esta es gente que espera
que la familia, la compañía o el gobierno se ocupen de su jubilación.
2. Gente que invierte para no perder: esta es la mayoría
de los inversionistas.
3. Gente que invierte para ganar: es decir, gente
dispuesta a estudiar más, que quiere más, busca un mayor control y quiere
mayores retornos.
Podemos volvernos ricos independientemente de qué tipo de
inversionista seamos. Pero antes debemos determinar qué tipo de inversionista
somos. Algunas personas no pueden o quieren convertirse en inversionistas o
emprendedores, pues prefieren trabajar para una compañía y contar con la
seguridad de un empleo.
Así pues, tenemos que empezar por preguntarnos: ¿Cuáles
son mis valores? ¿Tengo seguridad laboral? ¿Valoro más la libertad? ¿Cuáles son
mis capacidades? Dados mis valores y capacidades, ¿a qué cuadrante pertenezco?
Luego, imagine que usted es la persona exitosa que
siempre ha soñado ser. ¿A qué cuadrante llegará cuando esté en la cima del
éxito? Ahora compare sus dos respuestas. ¿Ya está en el cuadrante correcto? De
lo contrario, aguce las capacidades que ya tiene y cree un plan que le permita
llegar al cuadrante del éxito. Haga una lista de los pasos que debe dar para
llegar hasta allá.
Gane impulso
El impulso es lo que diferencia a los ricos de los pobres
y de la clase media. El impulso es la capacidad para hacer más con menos. Si
usted quiere ser rico, deberá desarrollar el mayor impulso posible. Es decir, deberá
educarse financieramente.
No dependa de expertos financieros, contadores y asesores
para invertir su dinero. Buena parte de los expertos financieros carecen de
entrenamiento o de experiencia en el área. El impulso puede venir de muchas
maneras. Puede venir de los pensamientos. Esto quiere decir que debemos dejar
de pensar como pobres. Deje de pensar que no puede invertir porque no tiene
dinero o porque no tiene un padre rico o porque no ha heredado una fortuna y,
por consiguiente, no puede asumir riesgos.
Deje de pensar que lo más conveniente es ahorrar dinero,
vivir modestamente y hacer inversiones poco riesgosas. Aumentar su coeficiente
financiero le permitirá asumir mayores riesgos y, a la vez, disminuir las
posibilidades de perder, pues usted sabrá lo que está haciendo. El impulso
también puede provenir de alianzas estratégicas, que le permitan beneficiarse
de las ideas, el dinero y los recursos de otras personas.
Así pues, evalúe cómo se beneficia usted actualmente del
impulso en su vida diaria. Haga una lista de:
- El tiempo ajeno que usted aprovecha.
- El dinero ajeno que usted aprovecha.
- ¿Cómo puede aumentar el impulso en su vida?
- ¿Cómo se valen del impulso otras personas?
- ¿Podrá usted hacer lo mismo que dichas personas?
Las dos cosas que invertimos
Hay sólo dos cosas que se pueden invertir: el tiempo y el
dinero. Pero la mayoría de la gente sólo invierte dinero. El resultado de esto
es que siempre terminan perdiendo dinero. Cuando se trata de invertir, debemos
preguntarnos lo siguiente:
1. ¿Cómo reducir los riesgos y aumentar los retornos?
2. ¿Cómo encontrar una buena inversión?
3. ¿Cómo diferenciar un buen negocio de un mal negocio?
4. ¿Cómo invertir menos dinero propio y más dinero ajeno?
5. ¿Cómo obtener experiencia sin arriesgar dinero?
6. ¿Cómo lidiar con las pérdidas?
7. ¿Cómo hallar buenos asesores?
Estas son preguntas difíciles, así que no es fácil
responderlas. Pero este es el tipo de preguntas que se debe formular mientras
estudia, aprende e investiga con el fin de aumentar su coeficiente financiero.
La búsqueda de respuestas es lo que nos vuelve ricos. Esto es lo que significa
invertir el tiempo.
Los inversionistas que se toman el tiempo de estudiar,
también adquieren la habilidad financiera y la experiencia para invertir en
cosas que ofrecen mayores retornos. Así pues, el próximo paso es determinar
cómo administramos nuestro tiempo. La semana tiene 168 horas (7 x 24). Calcule
las horas:
- De trabajo.
- Que pasa viajando a su trabajo.
- Que pasa acicalándose.
- Que pasa comiendo.
- Que pasa con su familia.
- Que le dedica a su pasatiempo.
- Que hace ejercicio.
- Que dedica a su educación.
- Que pasa relajándose.
Luego comprométase a pasar de 4 a 10 de esas horas
mejorando sus conocimientos financieros.
Asumir el control
Revise su vida y determine cuánto control tiene sobre
ella. ¿Es usted capaz de decidir qué hará durante el día o alguien le dice qué
debe hacer? ¿Usted decide cómo invertir su dinero o le deja esta
responsabilidad a otra persona? Pregúntese:
- ¿Qué está bajo su control?
- ¿Qué no está bajo su control?
Dedicarle más tiempo a nuestra educación financiera y a
nuestras inversiones nos dará un mayor control sobre nuestra vida. Si usted es
un empleado y siente que tiene poco control de su vida y de sus finanzas,
inicie un negocio propio a tiempo parcial. Esto aumentará su confianza y le
brindará una mayor sensación de control sobre su vida.
Sea creativo
La creatividad lo hará rico. A continuación, algunos ejemplos
de pensamiento creativo:
1. A la hora de ahorrar o invertir dinero en bonos, las
tasas de interés las establece el banco. En cambio, en los bienes raíces hay
muchas oportunidades en las que uno puede establecer la cantidad de intereses
que quiere recolectar.
2. Cuando se trata de ingresos, es posible aumentarlos o
disminuirlos en el área de los bienes raíces. En cambio, otras personas
determinan cuánto ganaremos con las acciones, bonos y fondos mutuales.
3. En lo que a impuestos se refiere, uno tiene muy poco
control sobre los impuestos que debe pagar por vender acciones. En cambio,
cuando vendemos bienes raíces podemos controlar cuándo y cuánto debemos pagar.
Las leyes tributarias están hechas para apoyar la reinversión en negocios e
inmuebles.
4. Puedo valerme de mis contactos e información
privilegiada para comerciar con un inmueble o negocio pequeño. Pero es ilegal
valerse de dicha información para vender o comprar acciones.
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5. Tras comprar una propiedad, basta con darle unos
toques decorativos para que su valor se incremente.
Así pues, pregúntese: ¿Algunas vez se le ha ocurrido una
buena idea? ¿Alguna vez ha obtenido dinero gracias a esa idea? Si este no es el
caso, trate de impulsar su idea sin perder control sobre la misma.
Piense en grande
La mayoría de los negocios fracasan porque uno o más de
los elementos del Triángulo B-I son débiles o no existen del todo. El triángulo
B-I muestra que hay ocho elementos esenciales para cualquier negocio:
- Misión
- Liderazgo
- Equipo
- Flujo de caja
- Comunicaciones
- Sistemas
- Asuntos legales
- Productos
La misión es el elemento más importante, el producto es
el menos importante. El mundo está repleto de buenos productos que fracasan. La
razón de esto es que la misión es el corazón de un negocio.
Tomemos por caso McDonald´s. La mayoría de nosotros puede
cocinar mejores hamburguesas que las de McDonald´s, pero pocos podemos crear un
mejor sistema comercial.
Pensar en grande significa pensar en términos de sistemas
y eficiencia. Pero más allá de pensar en grande, también debe pensar en
expansión. Esto significa ser innovador, saber cuándo algo es diferente y
mejor. Así pues, pregúntese:
- Aparte de los temores y riesgos, ¿qué está imaginando?
- ¿En qué área de su vida podría pensar en grande?
- ¿En qué área de su vida podría pensar expansivamente?
- ¿Qué piensa hacer al respecto?
Comprométase a cambiar tres cosas que esté haciendo en
estos momentos. Ser rico significa hacer las cosas de otro modo. Una fórmula
para la riqueza La fórmula para obtener una gran riqueza se reduce a lo
siguiente:
- Impulso.
- Control.
- Creatividad.
- Expansión.
- Predictibilidad.
Algunos consejos
1. Haga una lista de las lecciones más importantes de su
vida. Estas son las lecciones que usted aprendió de sus padres, la escuela, la
religión, etc. Determine cómo han influido en su vida. Esto le dará una idea de
cómo es su personalidad y de cómo triunfar.
2. Si todavía está estudiando, tome algunas clases
básicas de contabilidad y derecho mercantil. Cuando termine de estudiar,
invierta cierto tiempo en convertir dichos conocimientos en experiencia.
3. Si usted es un adulto sin mucho dinero, busque la
manera de expandir sus medios en vez de vivir modestamente.
4. Si va a invertir en negocios, bienes raíces o
acciones, es importante saber leer números. Esta es una parte importante de los
conocimientos financieros.
5. Aprenda a invertir técnicamente; es decir, invertir
cuando los mercados están en alza y cuando los mercados están en baja. Un buen
inversionista sabe producir dinero independientemente de cómo se esté moviendo
el mercado.
6. Si usted es un baby boomer sin mucho dinero, empiece a
invertir en su salud, riqueza y felicidad. Empiece a hacer lo que realmente le
guste aunque sea a tiempo parcial. Además, empiece a invertir en cosas que le
gusten. De este modo tendrá que informarse y estudiar más sobre las cosas que
le interesan. Mientras más sepa, mejores inversiones hará.
7. Si usted ya es rico y quiere ser más rico, empiece a
invertir en negocios rápidos y asesórese con inversionistas calificados y
acreditados. Investigue diversas áreas: bienes raíces, petróleo
y gas, fondos mutuales, etc.
¿Por qué hay gente que no logra ser rica?
La gente no logra ser rica por muchas razones: pereza,
malos hábitos, falta de educación, falta de experiencia, falta de consejos,
mala actitud, malas influencias de parte de la familia y los amigos, falta de
concentración, falta de determinación y falta de coraje.
Otra razón importante es la falta de un ámbito que apoye
a la persona que se quiera hacer rica. Así pues, si quiere volverse rico vaya a
un ámbito en el que la gente se esté haciendo rica (una oficina de bienes
raíces o una de corredores de bolsa).