Esta generación está rompiendo con todos los esquemas establecidos en el mercado, ya que a diferencia de sus padres no tienen la intención de pasar toda su vida en un trabajo porque no tienen miedo a tomar decisiones radicales.
Un informe publicado recientemente por la firma de consultoría Deloitte explica que en la actualidad hay una desconexión entre los objetivos de vida de los profesionales jóvenes y la dirección en la que avanzan las empresas.
Este fenómeno es preocupante en la medida en la que el 70% de ellos busca que sus valores personales sean compartidos por la organización en la que trabajan, según lo revela una encuesta aplicada por Deloitte en 29 países.
Los más jóvenes “reconocen la necesidad de que las empresas sean rentables y crezcan, pero sienten que las organizaciones a menudo están demasiado enfocadas en esos objetivos”, detalla el estudio.
Adicionalmente, el 28% de ellos afirma que las empresas en las que trabajan no están aprovechando todo su potencial y por ello tomarían la decisión de marcharse.
Sin embargo, este no es el único factor que explica la falta de lealtad de los profesionales jóvenes, ya que también se sienten desmotivados porque no logran encontrar un balance entre la vida personal y laboral.
Los millennials también explotan y se retiran de sus puestos de trabajo porque no identifican oportunidades claras para crecer profesionalmente, dado que en la mayoría de las organizaciones se topan con un modelo rígido y poco flexible.
Aunque uno de los fenómenos que más desaniman a los miembros de ese segmento de la población, es que las empresas identifiquen a sus empleados y clientes como números y no como personas.
Lo ideal, en su concepto, es que las organizaciones logren enfocarse más en los aspectos humanos sin necesidad de descuidar el negocio, lo que se traduce en una visión integral del mercado que va más allá de las ganancias.
“Eso no quiere decir que la generación de los millennials tenga la cabeza en las nubes, ellos reconocen la necesidad de que las empresas sean rentables para crecer, pero no a expensas de otros objetivos importantes”.
Así se refirió el director ejecutivo de la firma de consultoría Deloitte quien además considera que la mentalidad de los jóvenes de esta era es más independiente y por ello son “más propensos a poner sus valores personales por encima de los objetivos de la organización”.
Muestra de ello es que el 49% de los encuestados por la firma de consultoría estadounidense manifestó que se ha negado a realizar una tarea en su trabajo porque va en contra de sus principios éticos.
¿La inconformidad reina en Perú?
El país no es ajeno al cambio de mentalidad que ha impulsado la llamada revolución tecnológica. Al igual que en la mayoría de países del mundo, en Perú los jóvenes también tienen una renovada concepción con respecto al mercado laboral.
Deloitte Perú calcula que el 75% de los millennials Peruanos espera cambiar de trabajo en los próximos 5 años. Este indicador es uno de los más altos en el mundo, ya que solo es superado por Sur África e India.
A nivel local, el principal detonante de la falta de motivación es el salario que reciben por parte de sus empresas, seguido por la falta de reconocimiento de sus habilidades, la imposibilidad de vivir nuevas experiencias en su oficio y la poca apropiación de los objetivos de la compañía.